¿Qué es la vivienda habitual?

¿Qué es la vivienda habitual?

La vivienda habitual

La vivienda habitual es un concepto fundamental en el ámbito fiscal y legal en España, ya que determina la residencia principal de una persona y tiene importantes implicaciones a nivel de impuestos y beneficios fiscales. En términos generales, la vivienda habitual es aquella en la que una persona reside de forma continua y efectiva, cumpliendo una serie de requisitos específicos. Este concepto afecta directamente la fiscalidad de los propietarios e inquilinos, por lo que es clave para la declaración de la renta y para obtener determinadas deducciones y exenciones.

Este artículo aborda en profundidad qué es este tipo de vivienda, los requisitos que deben cumplirse para que sea considerada como tal y sus implicaciones fiscales.

Definición

En términos fiscales, la vivienda habitual es la residencia principal de una persona, donde vive de manera constante y permanente, y a la que se asocian ciertos beneficios fiscales en España. Para que una propiedad se considere de tal manera, debe ser ocupada por su propietario o inquilino como su residencia principal. No se puede considerar como vivienda habitual una propiedad que se destine a fines vacacionales, alquiler temporal o cualquier otro uso distinto al de residencia principal.

En la fiscalidad de la vivienda habitual, este concepto cobra gran relevancia en el momento de presentar la declaración de la renta, ya que permite a los contribuyentes acceder a beneficios fiscales importantes, como deducciones en el IRPF, exenciones en el caso de una futura venta, y la reducción de ciertos impuestos.

Requisitos para que una vivienda sea considerada habitual

Para que una propiedad sea reconocida como tal y se pueda aplicar la correspondiente fiscalidad, la Agencia Tributaria establece una serie de requisitos para la vivienda habitual que deben cumplirse. Estos requisitos son los siguientes:

1. Residencia efectiva y continuada

El contribuyente debe residir en la propiedad de forma continua y efectiva durante al menos tres años. Esto implica que debe vivir en la propiedad de manera habitual, sin interrupciones prolongadas. Sin embargo, existen ciertas excepciones, como los casos de cambio de trabajo o situaciones de necesidad, en los que el contribuyente puede justificar una residencia de menos de tres años sin perder la consideración de vivienda habitual.

2. Ocupación en un plazo máximo de doce meses

Para que una propiedad se considere vivienda habitual desde el momento de su adquisición, debe ser ocupada en un plazo máximo de doce meses después de la compra o construcción. En caso contrario, el inmueble podría no cumplir con el requisito de ocupación efectiva y, por lo tanto, no ser considerado como tal a efectos fiscales.

3. Uso exclusivo como residencia principal

La vivienda no puede estar destinada a otro fin que no sea el de residencia principal del contribuyente. Esto significa que no puede ser utilizada para actividades comerciales, alquileres vacacionales o cualquier otro tipo de explotación que no sea el de residencia efectiva. Además, el propietario debe poder demostrar, en caso de requerimiento, que la vivienda es efectivamente su residencia habitual.

4. Tiempo mínimo de residencia

Para poder obtener ciertos beneficios fiscales en la vivienda habitual, el contribuyente debe residir en el inmueble de manera continuada y por un periodo mínimo de tres años. No obstante, existen algunas excepciones, como en casos de fallecimiento, cambio de lugar de trabajo o matrimonio, que podrían eximir del cumplimiento del tiempo mínimo si se puede demostrar la imposibilidad de continuar residiendo en el lugar.

Beneficios fiscales de la vivienda habitual

Uno de los motivos más importantes radica en sus beneficios fiscales. La legislación fiscal en España contempla ciertas deducciones y exenciones para los contribuyentes cuya residencia principal cumpla con los requisitos. A continuación, se detallan los principales beneficios fiscales relacionados con la dicha tipología de vivienda.

1. Deducción por adquisición de vivienda habitual

Para quienes compraron su vivienda antes del 1 de enero de 2013, la normativa española permite deducir hasta el 15% de las cantidades pagadas para la adquisición de su vivienda habitual, con un límite máximo de 9.040 euros anuales. Esta deducción solo es aplicable para aquellos contribuyentes que compraron su vivienda en propiedad antes de la fecha límite y sigue siendo aplicable hasta que finalicen el pago de su hipoteca.

2. Exención por reinversión en una nueva vivienda habitual

Otro beneficio fiscal importante es la exención por reinversión. Esta exención permite a los contribuyentes que venden su vivienda habitual y reinvierten el importe obtenido en la compra de una nueva vivienda habitual evitar el pago de impuestos sobre las ganancias obtenidas por la venta. Para disfrutar de esta exención, el contribuyente debe haber residido en la vivienda vendida durante al menos tres años y utilizar el importe de la venta en la compra de una nueva vivienda en un plazo máximo de dos años.

3. Exención por venta de vivienda habitual para mayores de 65 años

Para los mayores de 65 años, existe una exención por venta de este tipo de vivienda, la cual permite no tributar por la ganancia patrimonial derivada de la venta. Este beneficio fiscal también se aplica a personas en situación de dependencia severa o gran dependencia, y representa una ventaja importante para las personas mayores que deseen vender su vivienda habitual sin verse afectadas por el pago de impuestos sobre la ganancia obtenida.

4. Deducción por inversión en mejoras de eficiencia energética

Desde el año 2021, la normativa fiscal en España contempla una deducción para aquellos contribuyentes que realicen mejoras de eficiencia energética en su vivienda habitual. Estas mejoras deben reducir al menos un 30% el consumo de energía primaria no renovable o mejorar la calificación energética del inmueble, lo que permite a los propietarios obtener beneficios fiscales por su compromiso con la sostenibilidad.

Implicaciones en la declaración de la renta

La vivienda habitual tiene un impacto directo en la declaración de la renta de los contribuyentes en España. Tanto los propietarios como los arrendatarios pueden beneficiarse de deducciones, exenciones o reducciones en función del uso y la situación de su vivienda.

Imputación de rentas inmobiliarias

Para aquellos contribuyentes que poseen una segunda residencia, la Agencia Tributaria aplica un criterio de imputación de rentas inmobiliarias. Sin embargo, esta imputación no se aplica a la vivienda habitual, lo que representa un beneficio para los propietarios que solo poseen un inmueble destinado exclusivamente a su residencia principal.

Deducción por alquiler de vivienda habitual

En algunas comunidades autónomas de España, existen deducciones fiscales para los contribuyentes que alquilan una vivienda como residencia habitual. Aunque esta deducción fue eliminada en el ámbito estatal en 2015, algunas autonomías mantienen la deducción para aquellos contribuyentes que cumplen con ciertos requisitos, como el nivel de ingresos y la duración del contrato de alquiler.

Declaración de hipoteca

En caso de que la vivienda habitual esté hipotecada, los contribuyentes que adquirieron la vivienda antes de 2013 pueden deducir el 15% de las cantidades abonadas anualmente en concepto de intereses y amortización del préstamo, siempre y cuando el inmueble sea su residencia habitual. Esta deducción es clave en la declaración de la renta de la vivienda habitual y puede suponer un ahorro significativo para los contribuyentes.

Tiempo mínimo de residencia y comprobación de la Agencia Tributaria

El tiempo mínimo de residencia en la vivienda es un requisito clave para beneficiarse de las deducciones fiscales. Como ya se ha mencionado, se considera que la vivienda habitual debe ser la residencia principal durante al menos tres años. Sin embargo, en caso de que el contribuyente no cumpla con este periodo, la Agencia Tributaria podría solicitar el reembolso de las deducciones aplicadas anteriormente. Por lo tanto, es esencial mantener una residencia continua y efectiva, o contar con una justificación válida en caso de un cambio de residencia anticipado.

Es importante señalar que la Agencia Tributaria puede realizar comprobaciones para verificar que la vivienda cumple con el requisito de residencia efectiva y continuada. Entre las pruebas que puede requerir para confirmar que un inmueble es la residencia habitual están el empadronamiento, facturas de suministros y otros documentos que acrediten la ocupación efectiva.

Preguntas frecuentes

¿Qué es la vivienda habitual y cómo se define a efectos fiscales?

Es aquella en la que el contribuyente reside de forma continua y efectiva, y que se destina exclusivamente a su residencia principal. Debe cumplir ciertos requisitos de permanencia y ocupación para ser considerada como tal.

¿Cuánto tiempo debo residir para que sea considerada como habitual?

La Agencia Tributaria exige un tiempo mínimo de residencia de tres años, salvo excepciones justificadas como traslado laboral o causas de fuerza mayor.

¿Puedo alquilar una parte de mi vivienda habitual y seguir obteniendo beneficios fiscales?

No. Debe usarse exclusivamente como residencia principal, sin ningún tipo de explotación económica, para que se consideren aplicables los beneficios fiscales.

¿Cuáles son las deducciones fiscales asociadas?

Algunas de las deducciones incluyen la deducción por adquisición de vivienda (para viviendas compradas antes de 2013), la exención por reinversión y la exención por venta de vivienda habitual para mayores de 65 años.

¿Es posible deducir mejoras de eficiencia energética en la vivienda habitual?

Sí, existe una deducción por inversiones en eficiencia energética, siempre y cuando las mejoras reduzcan el consumo de energía primaria en al menos un 30%.

Conclusión

Saber qué es la vivienda habitual y cómo se define fiscalmente en España es crucial para aprovechar los beneficios fiscales que pueden derivarse de ella. Esta residencia principal, que debe cumplir con ciertos requisitos de permanencia y uso, permite acceder a deducciones y exenciones que ayudan a reducir la carga tributaria en la declaración de la renta. Además, la normativa actual contempla incentivos para aquellos que invierten en eficiencia energética en su vivienda habitual, lo cual demuestra un compromiso con la sostenibilidad. Para quienes desean optimizar su situación fiscal, es fundamental conocer los requisitos y beneficios asociados y mantenerse al día con la normativa vigente.

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